Había una vez un lugar precioso, donde
vivía una familia rica. Había una niña que se llamaba Ana, que nunca
salía del castillo. Ana era guapa, era alta, tenía pelo rubio y ojos azules.
Cuando la niña se hizo mayor y cumplió
21 años, salio del castillo por primera vez, para ir a clase de montar a
caballo. Muy bien vestida, salio del castillo hasta el lugar que tenía
que ir, a Santillana.
Los señores de la casa, aprovecharon
para cambiar el castillo completo y eso que solo tenían 2 meses.
Cuando estuvieron empezando con la
reforma, Ana estaba montada en un caballo.
Después de comer, fue a la piscina y
se encontró con un chico llamado Mario. Se enamoraron pero Ana no sabía que el
chico era malo.
En el castillo estaban acabando la
reforma cuando llego el último día, las señoras de la casa adornaban los
cuartos, los baños,…
Cuando pasó una semana y media,
resultó que Mario y Ana se iban a casar. Al día siguiente Ana se entero que
Mario tenía un plan:
Enamorarse de una mujer, casarse y
después matarla.
Pues, su plan no fue así. Ana llamó a
la policía para que lo arrestaran y que lo llevasen a la cárcel.
Ana se quedo en el nuevo castillo,
hermoso, nuevo,…
Hasta que llego la guerra y participo,
sobrevivió y unos años después, a quien iba a ser su marido lo mato.
Todos los del castillo le echaban de
menos a Ana cuando mandaba Mario.
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